Nuestros vecinos los judíos: juderías alavesas en la Edad Media
Plano con la ubicación de la Judería vitoriana y del cementerio judío
Portal Txikito, puerta de acceso a la judería de Agurain
Actual cartel de la antigua Judería de Agurain
Existían más núcleos de población en Álava que contaban con judería propia o con comunidades importantes de judíos, como la de Bujanda o Gebara. Los que no tenían un espacio segregado específicamente para esta etnia se encargaban de ejecutar todo tipo de normas y leyes discriminatorias encaminadas a hacer más difícil la convivencia entre ambas comunidades. Sin embargo, y como no podía ser de otro modo, en estas situaciones de injusticia siempre existe el que se beneficia: en este caso algunos nobles con señorío propio, que se dedicaban a proteger a los judíos y atraerlos a sus dominios debido a que, dada su situación de desprestigio, suponían una mano de obra dócil y barata para trabajar sus tierras. Los Oñati de Gebara o el señor de Heredia eran especialistas en estas prácticas. En este último lugar hoy en día se sigue apodando a sus habitantes judíos, quizá por la perseverancia de su antiguo señor en aprovecharse de la debilidad de los hebreos.
Esta situación de segregación en Álava se mantuvo durante algo más de dos siglos, durante los cuales la situación política y social de los judíos se fue haciendo cada vez más dramática. A pesar de que aquí no existieron las persecuciones o pogromos contra los hebreos típicos de otras ciudades castellanas, sí que es verdad que la situación de inicial tolerancia poco a poco se fue enrareciendo y se comenzaron a tomar medidas cada vez más agresivas contra ellos. Por ejemplo, todos los judíos debían llevar prendas identificativas por ley, como paños de color rojo o señales en las ropas. Además, existían ordenanzas que les impedían trabajar ciertos días o en ciertos lugares, y otras medidas severas que regulaban su relación con los cristianos. Como muestra de la radical segregación que tenían que sufrir los judíos, en Vitoria se mandó incluso construir un muro que separaba las casas del barrio judío de las de la calle Pintorería por su parte trasera, atravesando el caño, y que aún hoy en día se conserva.
Las juderías alavesas existieron hasta el año 1492, momento de la expulsión definitiva de los judíos de España por orden de los Reyes Católicos. Éstos debían abandonar la ciudad con los escasos bienes que les tenían permitidos o convertirse al cristianismo y sufrir aquí la marginación social que implicaba ser converso. Ningún judío pudo quedarse en Álava salvo uno: el médico Antonio de Tornay, que gozó de unas prerrogativas especiales e incluso vio aumentado su sueldo para que permaneciese en la ciudad de Vitoria ya que, como la mayoría de los médicos eran judíos, se hacía necesario al menos la presencia de uno de ellos para poder atender a los enfermos de la villa.
En su particular exilio, los judíos de Vitoria hicieron una promesa con la ciudad. Dejarían los terrenos donde se ubicaba su cementerio, a las afueras de la urbe, para el pasto comunitario a condición de que no se edificara sobre él. Y esa promesa se mantuvo… hasta 1952, cuando el crecimiento de la ciudad llevó sus casas hasta la ladera del monte donde había tenido lugar el cementerio de los hebreos, conocido con el nombre de Judizmendi (en euskera, monte de los judíos). El Consistorio Israelita de Bayona, heredero de los antiguos judíos que habían abandonado Álava, cedió los terrenos al ayuntamiento para construir un nuevo barrio sobre él, liberando así a la ciudad de su antigua promesa. En la actualidad, sobre este montecito se ubica un parque y existía un monumento de piedra que conmemora su antiguo uso y actualiza esa promesa. La inscripción del primer monolito decía así:
Representación de judíos en las Cántigas de Santa María
EN ESTE LUGAR ESTUVO EL CEMENTERIO ISRAELITA QUE LA ALJAMA DE VITORIA CEDIÓ PERPETUAMENTE A LA CIUDAD EN 27 DE JUNIO DE 1492 LA CIUDAD Y SU AYUNTAMIENTO RESPETARON LEALMENTE LAS CONDICIONES DE LA CESIÓN DURANTE 460 AÑOS, HASTA QUE EN 27 DE JUNIO DE 1952, FUE LIBERADA DE ELLAS POR CONVENIO SUSCRITO EN ESTA FECHA CON EL CONSISTORIO ISRAELITA DE BAYONNE (FRANCIA ).